jueves, 26 de enero de 2012

cambios

Las relaciones deberían permanecer en la fase del encanto, esa donde todo lo que hace el otro es especial y maravilloso, cuando no hay nada más especial ni algo que desees más que verle un poco más... cinco minutos, dos horas...

cuando el sólo pensarle te hace sonreír y es exactamente lo mismo para la otra persona.

¿Por qué hacerlo cambiar? ¿Qué tienen de lindo las otras fases? La consolidación de una relación está sobrestimada, es verdad que conoces bien a tu pareja (más bien mejor, nunca terminas de conocer a alguien), pero también es cierto que todo se vuelve rutinario.

¿Qué? que no siempre dicen, mentira, mentirosos, por supuesto que hay rutinas ¿O es que no se vuelve una costumbre irle a buscar a su trabajo o salida de clase? ¿no tienen una actividad que hagan juntos por default? no lo nieguen, en sus primeros meses no podían sacarse las manos de encima, la vista, los labios; cualquier pretexto era suficiente para perderse un rato y platicar, darse unos cuantos besos, cuando pasan a la costumbre pueden pasar horas y apenas tomarse las manos, respetando una burbuja personal porque no es el lugar, no hay tiempo, hay muchos quehaceres o simplemente porque no lo consideran necesario "¿Para qué hacerlo justo ahora si lo puedo hacer después?".

¿Por qué no ser todos los días la primera cita? Tener esos nervios por gustarle y pasar un buen rato, pasar horas conversando y después de llegar a casa buscar otra manera para seguir hablando, tener un pequeño detalle para que piense en ti y recibirlo con ese gusto para que tú también pienses en él.

Va lo mismo para la atención brindada ¿Recuerdas pasar esas horas frente suyo escuchando sus pasatiempos o pequeños gustos? Talvez ahora ni siquiera le brindes cinco minutos para saber de su día ¿Qué caso tiene darlo por sentado? ¿No sería mejor preguntarle cómo le fue? ¿Si le ves triste darle un abrazo, si le ves feliz invitarle un café para celebrar?

-¿Pero para celebrar qué, si no ha pasado nada importante eh? fue un día común y corriente
-Hagámoslo interesante ahora, vamos a conversar

Una relación debería ser como un viejo libro favorito, que al reabrir te da gusto volver a leer, y no como uno escolar que dejas botado y ni siquiera hojeas sólo porque ya sabes que está ahí, que lo tienes.

La consolidación está sobrevaluada, porque los tiempos cambian y ser "novi@" de alguien no es ahora un título importante, igual estás comprometido o casado e igual estar solo. Sin palabras, sin expresiones puede creer que no es suficiente, que no es una prioridad, que no es importante.

Ya, ahora me van a decir que no siempre es así, que hay parejas que se sienten cómodos así, que es una parte natural en una relación ¿por qué sino se le llamaría así: "relación"? Grítenme que digo estupideces, que no tengo la razón, pero hay casos, existen, el amor no siempre es así, el amor no siempre hace feliz, el amor no siempre te complementa, a veces te duele y te rompe, te entristece y se vuelve una necesidad por conservarlo a tu lado. Porque bien dice el filósofo Juan Gabriel:

No cabe duda que es verdad que la costumbre, es más fuerte que el amor.